Ferrale

CARACTERÍSTICAS

FERRALE® es un corrector de deficiencias de hierro (clorosis férrica) ocasionadas bien por la falta de este elemento en el suelo, o porque se encuentra en forma no asimilable por las plantas.

Su formulación combina la acción de respuesta rápida del hierro quelatado por EDDHA, favoreciendo de este modo un enverdecimiento rápido, con la acción del EDDHMA estable en el suelo por más tiempo, y que facilita la asimilación de este producto a largo plazo. Obteniendo de esta forma un efecto eficaz, rápido  y duradero.

Corrige las carencias de hierro en cualquier tipo de cultivo: cítricos, frutales de pepita, frutales de hueso, viña, avellanos, almendros, hortícolas y ornamentales.

MODO DE EMPLEO

FERRALE® puede aplicarse con cualquier sistema: inyección, labor de reja, riego a manta, riego localizado, etc., ya que su especial formulación es a base de microgránulos totalmente solubles, siendo su solubilidad en agua superior al 99%, por lo que a los pocos segundos FERRALE® se encuentra totalmente disuelto. Es conveniente aplicar la mezcla inmediatamente.

Es recomendable regar después de la aplicación en aquellos casos en que no se aplique FERRALE® con el agua de riego.

Para una mejor asimilación y una óptima efectividad, se recomienda realizar aplicaciones conjuntas de FERRALE® con Perfectose o Humasol.

DOSIS

• Frutales y cítricos:
• a) Árboles, antes de entrar en producción: de 5 a 15 g/árbol.
• b) Al inicio de la producción: de 15 a 25 g/árbol.
• c) En plena producción: de 30 a 50 g/árbol.
• d) Árboles de gran desarrollo: de 50 a 100 g/árbol.
• Árboles en viveros:
• De 1 a 3 g/planta o de 3 a 5 g/m2 de superficie.
• Viñas:
• a) Recién plantada: de 3 a 5 g/planta.
• b) En producción: de 5 a 10 g/planta
• Cultivos hortícolas y ornamentales:
• De 0,5 a 1 g/m2 de superficie.
• En riego localizado la dosis puede reducirse un 30%. Según la intensidad de la carencia, utilizar la dosis alta o baja dentro de los intérvalos citados.

ÉPOCA DE TRATAMIENTOS

Preferentemente al inicio de la brotación.

A medida que se retrasa la aplicación con respecto a este período óptimo, es necesario incrementar las dosis, hasta incluso en un 100%, caso de que se aplique con la vegetación en pleno desarrollo (a partir de junio para los frutales).

En cultivos hortícolas y ornamentales, aplicar en fase de crecimiento activo de las plantas.

Se recomienda su aplicación bajo asesoramiento técnico agronómico.